Fort Portal es una de las principales ciudades de Uganda y un importante centro administrativo, turístico y comercial en la región occidental del país. Es la capital del distrito de Kabarole y, desde 2020, también la capital de la nueva Región de Toro. Su ubicación estratégica la convierte en un punto clave para el comercio y el turismo en el oeste de Uganda.
Se encuentra a aproximadamente 290 km al oeste de Kampala, la capital de Uganda. Está situada en una región montañosa, con un clima templado y una altitud de aproximadamente 1,500 metros sobre el nivel del mar. Tiene un clima tropical de tierras altas, con temperaturas promedio de 17-25°C y lluvias abundantes durante el año.
El nombre «Fort Portal» proviene de un fuerte británico construido en la época colonial por Gerald Portal, un diplomático británico, durante el dominio británico en Uganda a finales del siglo XIX.
La ciudad ha sido históricamente el centro administrativo del Reino de Toro, una de las monarquías tradicionales de Uganda.
Según estimaciones de 2021, la población de Fort Portal ronda los 60,000 habitantes. La mayoría de la población pertenece a la etnia Batoro, que es el grupo dominante en la región. El idioma principal es el Rutooro, aunque el inglés y el luganda también son hablados ampliamente. La religión predominante es el cristianismo, con una fuerte presencia de católicos y anglicanos.
La malnutrición es una preocupación significativa en Fort Portal, especialmente entre los niños menores de cinco años. Un estudio realizado en el Hospital Regional de Referencia de Fort Portal identificó factores como la baja educación de las madres y la dependencia de la agricultura de subsistencia, que es vulnerable a condiciones climáticas adversas, como causas principales de la malnutrición infantil.
A nivel nacional, se estima que uno de cada tres niños en Uganda está involucrado en alguna forma de trabajo infantil. Esta problemática también afecta a la región de Fort Portal, especialmente en áreas rurales donde la pobreza es más pronunciada.
La región de Fort Portal ha sido afectada por conflictos y epidemias en el pasado, lo que ha resultado en un aumento de niños huérfanos y vulnerables. La falta de hogares seguros y amorosos para estos niños es una preocupación constante.
La Iglesia Católica en la Diócesis de Fort Portal ha expresado preocupación por el creciente número de jóvenes que son víctimas de tráfico humano, especialmente mujeres jóvenes que son llevadas fuera del país con promesas de empleo que terminan en explotación.
Recaudamos fondos para los niños y niñas de Uganda que necesitan tu ayuda hoy.
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Financiado por la Unión Europea – Next Generation EU. Sin embargo, los puntos de vista y las opiniones expresadas son únicamente los del autor o autores y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea o la Comisión Europea. Ni la Unión Europea ni la Comisión Europea pueden ser consideradas responsables de las mismas
Los niños del orfanato Toro Babies Home (Fort Portal, Uganda) tienen que abandonar el orfanato a los 4 años. Algunos de ellos pueden ser reubicados con familiares más o menos cercanos. En la mayoría de los casos, dichas familias cuentan con escasos recursos económicos y falta de atención a los niños. Esto impide a los niños su bienestar, su alimentación y el acceso a una educación y atención sanitaria mínimas.
Desde KIDANDA nos ocupamos de aquellos niños del orfanato que no tienen a dónde ir. A su salida, les reubicamos en el colegio-internado Early Bird Nursery School donde, además de acudir a la escuela, viven en condiciones que garantizan su bienestar, gracias a la colaboración de madrinas y padrinos que cubren sus cuotas escolares y su boarding y cuidados en el internado.
Necesitamos conseguir apadrinamientos mensuales que cubran las necesidades de los niños tras su salida del orfanato, manteniéndoles en el internado y cubriendo los imprevistos que les surgen, tales como facturas médicas, deterioro o pérdida de sus ropas, zapatos, uniformes y material escolar.
Durante sus periodos vacacionales, los niños tienen que abandonar el internado y volver a entornos donde su bienestar no está garantizado.
En muchas ocasiones no tienen realmente a dónde ir. En otras, sus familias no pueden o no quieren hacerse cargo de ellos. Como resultado, durante dichas semanas los niños viven situaciones muy críticas, con falta de cuidados de todo tipo, indiferencia e incluso malos tratos.
Hay tres periodos de vacaciones escolares al año: desde principios de diciembre hasta principios de febrero del año siguiente (fin de curso, Navidad y verano), desde finales de abril hasta finales de mayo (fin de trimestre), y desde finales de agosto hasta mediados de septiembre (fin de trimestre). Además, existen también vacaciones por días festivos especiales, como Semana Santa y distintas fiestas nacionales.
Desde KIDANDA trabajamos para poder alojar a estos niños en una casa de acogida. Contamos ya con una vivienda en alquiler, que tenemos acondicionada con literas, colchones, sábanas, mantas, etc. Además, contamos con personas con experiencia en el cuidado diario de los niños.
Con tu ayuda, cubrimos todos los gastos asociados a estas acogidas vacacionales, el alquiler de la vivienda, la alimentación y el transporte de los niños, así como el salario de la cuidadora.
El hambre invisible en el aula: en muchas escuelas rurales de Uganda, los niños llegan sin haber comido nada desde el día anterior. En algunos casos, incluso han caminado varios kilómetros para llegar. La falta de energía afecta directamente a su rendimiento: la atención decae, las ausencias aumentan y la deserción escolar se convierte en una amenaza constante.
En KIDANDA colaboramos con escuelas e internados para garantizar un plato al día, normalmente a base de posho (harina de maíz), judías o arroz, acompañado de vegetales locales. A veces también fruta, huevos o leche, dependiendo de la disponibilidad.
Tú puedes ser quien transforme el hambre en energía, la incertidumbre en oportunidades y el aula en un espacio de esperanza.
Nuestro proyecto nos permitirá atender a niños y niñas en situación de vulnerabilidad extrema, proporcionándoles:
Nuestro modelo de intervención se basa en tres pilares:
Este proyecto nace del corazón, pero se ejecuta con rigor, transparencia y una profunda vocación de servicio. Tu ayuda será la semilla de un futuro hogar para muchos niños que hoy no tienen ninguno.